Visiones de un viaje sin destino ni final, rumbo Este tierra y mar, un mundo por conocer. Un buen día salí desde Madrid, y de momento sigo andando, hasta donde llegue...



lunes, 21 de marzo de 2016

VIII. Kosovo Newborn (I)

Eylem me dice que por qué no visitar Kosovo, ya que mi viaje no tiene corsé. Hacen falta turistas y un poco de normalidad, y el lugar es acogedor, ella lo sabe bien, ya son unos años trabajando allí. Pero es tarde y el bar del barrio turco de Skopje demasiado oscuro como para sacar algo en claro. Pero la idea no es descabellada, no en vano Pristina dista poco más de una hora de carretera desde Skopje, aunque en principio no entre en mis planes.



Dos días después Pablo agota su tiempo en Macedonia y yo me echo la mochila al hombro para retomar mi camino, y sí, por qué no, Bulgaria puede esperar, definitivamente rumbo norte por unos días, para entender de qué hablaba el telediario.

Calle de Pristina. Kosovo
La estación de autobuses de Pristina huele a rutina, una de tantas en los Balcanes, orden gris y arcaico. Pero cuando pongo rumbo al centro de la ciudad, un potente vehículo de las KFOR pasa a escasos metros y me levanta la mirada del mapa. No todo es tan normal.

Restos de bombardeos. Pristina
Efectivamente esto es Pristina, y esto es Kosovo, conocida como región independiente, nuevo país para muchos, no para España, cuestión de principios que se podrían cuestionar. No soy yo quién.
Penúltima guerra balcánica, iniciada en el 99, cuando ya todo parecía en orden, ¡cuando nos asustaba el efecto 2000...! ¿Quiénes eran los buenos y quién los malos? El opresor que defiende a una minoría, los terroristas que matan por una mayoría... Serbios, albaneses... ¿y los kosovares?, a secas, ¿sólo kosovares? No, no hay, y ese es el problema, o eso creo.

Ibrahim Rugova

Continúo por la arteria central de la pequeña Pristina, llena de gente, y joven, que van y vienen, hora de almorzar, cómida rápida en un establecimiento moderno, como ellos, look de oficina occidental. 

Me agrada, siento que el conflicto quedó atrás y que los Land Rover blancos sólo esperan una llamada para volver a casa. 



Y encima con euros, aunque los míos aquí valen mucho más que los suyos. Ibrahim Rugova, héroe de antesdeayer, preside la peatonal de nuevo cuño que la OTAN levantó, yo destruyo, yo construyo. Enfrente el edificio de la UE, y en la verja unas fotos, no tantas, de los que se fueron con el genocidio. 

Cartel con víctimas del genocidio. Pristina



La calle UÇK hace esquina con la George W. Bush, los minaretes dominan el barrio antiguo, y el monumento-letrero Newborn da la entrada a un centro comercial mientras cae la noche, de verdad. La luz artificial es un lujo en los países recién nacidos, y el agua también. -No te preocupes que aquí en el hostel tenemos un depósito para las noches, cuando cortan el suministro, te puedes duchar de madrugada si quieres... -Gracias, me alivia saberlo.

Monumento Newborn. Pristina