Visiones de un viaje sin destino ni final, rumbo Este tierra y mar, un mundo por conocer. Un buen día salí desde Madrid, y de momento sigo andando, hasta donde llegue...



martes, 22 de marzo de 2016

IX. Kosovo Newborn (II)

El Monasterio del Patriarcado de Pec y el Monasterio de Deçan son dos de los emblemas de la iglesia ortodoxa serbia, y por ende del reino histórico, cuna y trono de un pueblo orgulloso de sus raíces, como todos. Y Patrimonio de la Humanidad, encima. Pero cosas de la historia, siglos después estos lugares sagrados se encuentran enclavados en una región poblada por otros que vinieron de fuera, albaneses, y que además prefieren a Mahoma.




Monumento funerario. Carretera Pristina-Pec
Y convivir, que es un arte, se vuelve un poema. Y ya tenemos lío y a la OTAN, o la NATO, tanques para los neonatos, primero unos y luego otros, y los soldaditos españoles, misión de paz, dame guerra y dime paz, protegiendo otro de estos monasterios de sangre. -Qué buenos y valientes los soldados españoles, me dice el policía serbio kosovar, y sí, me enorgullece oírlo.


Mi paseo nocturno por las calles de Pristina me sigue dejando dudas, no acabo de entender el lugar ni el momento, la felicidad que transmite el regente de mi albergue, vaya fiesta te pegaste, contrasta con la batería de policía, seguridad privada y militares de las calles. Así que decido seguir un día más y recorrer el oeste y sur de la región, trazando un bucle en sentido contrario a las agujas del reloj que debería acabar en Prizren, al sur, si enlazo bien las comunicaciones.

Pec. Kosovo
Pec, primera parada, fondo nevado, pueblo cultural, ¡festival internacional de cortos!, animado, y mucho. Soltaron algún instituto de excursión y me miran como a un chimpancé en una jardinera. Pero Pec aparece poco antes de Montenegro, al final de una carretera sembrada de cementerios improvisados en sus márgenes, banderas albanesas, túmulos funerarios, UÇK siempre. En el autobús de camino juego con la radio, qué curioso, la BBC emitiendo..., cadena de atentados en Bruselas, no puedo creerlo, otra vez, muerte, terror, aquí, allí, ¿siempre?

Monasterio de Pec
Ninguno de los carteles turísticos de la ciudad se refiere al monasterio. Pero sé qué está, y continúo andando por la carretera, ya a las afueras, hacia las montañas, mochila al hombro, pues leí que los taxis se niegan a ir allí y no me apetece probarlo. Y está, escondido, tapia de hormigón, puesto de control, doble, y alambrada que ya no, pero hasta hace poco. El pasaporte para entrar y las monjas dentro, qué peligro. Interesante, hermoso, pero el contexto me despista. Vuelvo al pueblo, ahora sí puedo coger un taxi cuando me separo prudencialmente del lugar, y otro bus a Deçan, siguiente parada.

Cartel en Deçan. Kosovo
Misma historia, pero aquí huele peor. Banderas albanesas por doquier y posguerra a medio hacer. Más monumentos y un cartel para la próxima manifestación homenaje. Otra vez San Fernando, el del coche, y la carretera que pica hacia arriba.

Paisanos de paseo y un digno personaje con prendas de civil y tono de oficial, -¡Hi sir!, where are you from?, que me prepara para la torre de control, tanqueta en el arcén, fusiles de repetición, mojones militares y un jeep de ronda en el kilómetro. Un soldado universal que pudo hacer la guerra él sólo, Rambo eslovaco, me pasa la selectividad antes de darme el salvoconducto y requisar mi pasaporte. El puesto de mando anuncia por radio que un español no armado se aproxima a la verja, y acto seguido un tercero abrirá la compuerta. Estoy dentro.
Deçan
Y no sé si mirar al campanario o al suelo por si queda alguna mina sin explotar.


Un joven serbio kosovar, me hace de guía y me abre la iglesia, pero me interesan más los hechos que los frescos, aún siendo tan bellos. -¿Cómo está la situación? -Mmmh, yeah, it´s getting better... pero no se explaya.
Monasterio de Deçan
 Y contemplo las montañas, y el río, y el atardecer, porque el paraje es espectacular, paz que nunca faltó y que no supieron ver.


Una riada de chavales a la salida de clase, sangre nueva, el perdón es vuestro, tú no puedes ser como ellos, con esa cara,

el UÇK ya no está, y tercer bus del día a un pueblo intermedio, sin tecno balcánico, y ya casi lo echo de menos.


Y todavía falta otro, que me dejará en Prizren, ahora sí, noche cerrada y reto conseguido, y otro bonito pueblo, río, puente, mezquita... e iglesia protegida. La historia no acabó. Tristemente.


  www.kosovo.net/edecani_pw.html

Prizren. Kosovo